El
aprendizaje se da siempre, o la mayoría de las veces, en un contexto
social. Aprendemos de y con los otros. Para nosotros es imprescindible
aprender a trabajar en grupo. Pensamos que el trabajo en grupo nos
ayudará a desarrollar una serie de habilidades y competencias que son
muy necesarias en la sociedad de hoy. Aprendemos a dialogar, a
consensuar, a replantear nuestros puntos de vista. Aprendemos a tener
una actitud más receptiva, a ser mejores compañeros y más solidarios.
Por supuesto aprendemos más y de mejor forma, porque en muchas ocasiones
somos nosotros los que llegamos a descubrir cómo tenemos que realizar
las cosas.
La mayoría de dinámicas de trabajo que desarrollamos en nuestras
clases se basan en el trabajo en grupo, sin olvidar la necesidad de la
implicación y el trabajo individual. Los grupos los vamos cambiando con
cierta frecuencia, al menos en las fases iniciales de trabajo; con ello
vamos intentando buscar el mejor equilibrio posible entre las
capacidades e intereses de los niños y niñas de nuestra clase.
Cuando me pongo en posición de enseñar a algún compañero tengo que
ser muy consciente de lo que sé y de cómo lo sé. Debo hacer muy
explícitos los procesos que pongo en funcionamiento. Enseñar como vemos
es una muy buena forma de aprender.
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